Este programa, creado hace más de 15 años, va dirigido a jóvenes de entre 17 y 25 años, egresados de cuarto medio y que no cuentan con acceso a la educación superior, por falta de recursos económicos o por no contar con las herramientas necesarias para mantenerse en ella. 614 jóvenes de las regiones de Valparaíso, Biobío y Metropolitana se benefician hoy de él.
Por Verónica Vidal
Claudio Polloni, jefe del proyecto socioeducativo Súmate a tu Oportunidad, nos cuenta sobre este programa que busca proyectar a los alumnos de las escuelas Súmate a la educación superior, ya sea técnica o universitaria. Y para hacerlo, nos remite a una frase del padre Alberto Hurtado: “Cada profesión ha de ser concebida no solo como un medio de ganarse la vida, de mejorar su situación económica, de labrar un porvenir a sus hijos, sino también como el ejercicio de una misión social y una colaboración al bien común de la sociedad”.
Súmate a tu oportunidad se divide en tres etapas: ingreso, formación y egreso. La primera puede durar entre uno y dos años. “Aquí trabajamos la vocación, con el propósito de que los jóvenes tomen conciencia de que si estudian algo desde lo que quieren, desde su pasión, pueden cambiar su calidad de vida. El tema vocacional se trabaja en forma personal y en grupo. Se busca descubrir para qué es bueno cada uno. Estos chicos están en cuarto medio o trabajando han cursado el último año de enseñanza media. Una vez ingresados se les hace un diagnóstico social, psicopedagógico y sicológico para tener claras todas las condiciones para que puedan seguir estudiando bien. Lo que se pretende es que entren a la educación superior sin problemas. Se les nivela en materias que puedan tener carencias, lo mismo si, por ejemplo, su condición emocional está disminuida. Ahí les brindamos ayuda psicológica o social. Lo apoyamos en todo y esto dependerá de lo que necesite el joven. Este proceso, que es uno a uno y en talleres, dura un año. La meta es que el joven se matricule en un centro de formación técnica, instituto profesional o universidad y estudie con gratuidad.
En la segunda etapa, la de formación, se les asigna un profesional a los estudiantes, llamado facilitador, que pueden ser de diferentes áreas: profesor, trabajador social, educador diferencial. La finalidad de este facilitador es acompañar al estudiante en toda su trayectoria académica y detectar si se encuentra mal en alguna de sus materias para aplicarle tutorías sociales, activando al voluntariado del programa. A corto plazo se implementarán tutorías online para mejorar el rendimiento académico de los jóvenes. En el año 2017, en la etapa de formación, se inscribieron 63 jóvenes. Ellos constituyen la generación que hoy se encuentra en la educación superior.
La tercera etapa es la de egreso, en que los estudiantes están en proceso de titulación y tiene el apoyo de una comunidad de egresados, que aporta con tutorías sociales o las clases, donde los estudiantes egresados ayudan a los que están por salir; con embajadores, que apoyan con testimonios y charlas motivacionales para difundir el programa. Y está próxima a lanzarse una plataforma online donde encontrarán los datos laborales y de prácticas profesionales de la comunidad de egresados.
Para ingresar al programa se requiere sólo tener entre 17 y 25 años, y pertenecer a los quintiles 1 y 2, que son los de mayor vulerabilidad social.
-¿Cómo llegan a los jóvenes?
-Nuestras formas de buscar a los chicos son amplia, tenemos de distintos lugares, incluso demanda espontánea, que surge del boca a boca. Atendemos a tres escuelas de reingreso, dos en la fundación Súmate que tienen enseñanza media: Padre Álvaro Lavín, de Maipú, y al Colegio Betania, de La Granja. Con estas escuelas trabajamos en pos de la vocación de los jóvenes. Y la tercera es la escuela de reingreso ALicura, de la Municipalidad de Peñalolén. Tenemos un convenio curricular con ellos. Hacemos talleres, que duran seis sesiones, cuyo objetivo es que los chicos conozcan el programa y puedan estudiar una educación terciaria, que puede ser en tres ámbitos, un oficio, una carreta técnico profesional o una universitaria. En paralelo, trabajamos con la red Sename, con niños y adolescentes infractores de ley, con colaboradores del Sename, con escuelas asociadas, a fundaciones y en la Cárcel de Colina, con la población adulta, de entre 18 y 25 años.
-¿En qué consiste la beca complementaria que entrega este programa?
-Se trata de brindarles ayuda que la gratuidad no otorga, como apoyo en locomoción y para materiales, fotocopias u otros. Gastos extras. Esta beca los acompañara en toda su formación académica. La idea es que no les falte nada para estudiar.
-¿Cuál es la diferencia con los otros programas de fundación Súmate?
-Los otros programas socioeducativos, como Súmate a tu barrio, captan jóvenes en la población para hacer su nivelación escolar; otros, como Súmate cree, están dentro de instituciones como las cárceles y existen las escuelas de reingreso que hacen una especie de ingeniería con los jóvenes, para que puedan nivelar su educación. Nosotros aparecemos al final del proceso, cuando el chiquillo está en cuarto medio o lo ha cursado. Así se les propone Súmate a tu oportunidad, que es literalmente eso: sumarse a la oportunidad de la educación superior.
Súmate a tu oprtunidad tiene una cobertura anual de 614 jóvenes en las regiones de Valparaíso, Biobío y Santiago.
Si quieres ser voluntario del programa “Súmate a tu Oportunidad”. Visita www.hogardecristo.cl/sumate