Gregory Boyle o Greg Boyle es uno de los sacerdotes jesuitas más conocido en Estados Unidos. Muy al estilo del Padre Hurtado, es un hombre carismático, visionario y con una profunda devoción social y de ayuda hacia el prójimo. Fundó la ONG “Homeboy Industries”, una organización ubicada en la ciudad de Los Ángeles que capacita, apoya y entrega esperanza a mujeres y hombres que alguna vez estuvieron en la cárcel o que son partes de pandillas, los conocidos gangsters. Su objetivo es que cambien sus vidas, que dejen las balas y las armas, y se reinserten en la vida comunitaria.
¿Pero quién es este sacerdote tan aclamado, escuchado y criticado en Estados Unidos? Gregory Boyle nació en Los Ángeles en 1954. Ingresó a la Compañía de Jesús en 1972, ordenándose en 1984. Posee el grado de bachiller en filosofía e inglés otorgado por la Universidad de Gonzaga, además de una serie de magister. Antes de su ordenación, vivió un año en Cochabamba, en Bolivia, trabajando con comunidades cristianas. En 1986 fue destinado como párroco en la iglesia “Dolores Mission”, una parroquia ubicada en el lado este de Los Ángeles y considerada una de las más pobres de la ciudad. Estaba emplazada entre dos poblaciones que concentraban la mayor cantidad de actividades criminales de la ciudad. Así, en medio de fuertes políticas de represión, balas, muertes, el padre Boyle y los feligreses crearon su propia estrategia: tratar a los miembros de las pandillas como seres humanos.
En medio de la violencia, en donde muchos jóvenes fallecían, el padre Boyle junto a los parroquianos se arremangaron la camisa y decidieron actuar sobre la base y la necesidad de entregar educación y trabajo a los famosos gangsters. Idearon un pequeño programa, al que bautizaron como “Jobs for a future” (“Trabajos para un futuro”). “Nadie ha conocido a un niño esperanzado que se haya unido a una pandilla”, decía él. El año 1992 la iniciativa dio su primer fruto, crearon la panadería “Homeboy Bakery” gracias a la colaboración de un productor de Hollywood.
Ese mismo año, el sacerdote tuvo que realizar su tercera etapa de enseñanza jesuita, siendo destinado a trabajar a la cárcel federal de Islas Marías en México y a la prisión estatal de Folsom, en Estados Unidos. Mientras, el éxito de Homebody Bakery había sido tal que inspiró la creación de otras iniciativas locales bajo el liderazgo de “Jobs for a future”, la cual se convertiría luego en la organización sin fines de lucro “Homebody Industries”. Según el padre Boyle: “Esta organización ha cautivado la imaginación de 120.000 miembros de pandillas y les ha ayudado a imaginar una salida de la «autopista» de la violencia, la adicción y el encarcelamiento. Y el país se ha dado cuenta. Hemos ayudado a más de 40 organizaciones a replicar elementos de nuestro modelo de prestación de servicios, ampliando aún más la comprensión de que la comunidad supera a las pandillas, en todo momento”.
Actualmente, “Homebody Industries” incluye dentro de su prestación de servicios: educación, desarrollo laboral, servicios legales, salud mental, ayuda por consumo de sustancias, eliminación de tatuajes, asesoría en violencia intrafamiliar, entre otros.
Al igual como lo fue el padre Hurtado, el padre Greg Boyle es un líder de opinión. Ha escrito números libros, entre ellos: “Tatuajes en el corazón: El poder de la compasión sin límite” del año 2010. En estas páginas cuenta sobre su experiencia de trabajo con las pandillas. “Si hay un desafío fundamental dentro de estas historias, es simplemente para cambiar nuestra sospecha de que algunas vidas importan menos que otras», se lee en esas hojas que se convirtieron en un éxito de ventas. En 2017 publicó su último libro: “Barking to the Choir: The Power of Radical Kinship”. Aún no hay versión en español, pero desde ya promete ser un éxito. En este último texto comparte las historias y sabiduría adquiridas en sus casi 30 años de trabajo con los gangsters de Los Ángeles.
El padre Greg Boyle además escribe columnas en diarios. En noviembre pasado publicó en Los Angeles Time una columna titulada “Cómo acortar la brecha entre ‘nosotros y ‘ellos’ y en la que escribe sobre la fuerte división, polarización y desunión que enfrenta en la actualidad a los ciudadanos de Estados Unidos. “En el fondo, sabemos que la separación es una ilusión, que no hay un ‘nosotros’ y ‘ellos’, sólo ‘nosotros’. Queremos recordar que nos pertenecemos los unos a los otros, sin importar cómo votamos hace un año”, dice el texto.
Y tiene una cuenta en Twitter (@FrGregBoyle) con más de 12 mil seguidores. Ahí opina y entrega frases motivacionales. Una de las últimas fue la del 6 de febrero que dice: “Debemos tratar de aprender a soltar la carga de nuestros propios juicios, reconciliando lo que la mente quiere separar, el corazón debe unir… El juicio, después de todo, ocupa el espacio que necesita para amar».
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