La entidad del Hogar de Cristo cumple 29 años luchando contra la exclusión educativa de niño, niñas y jóvenes en situación de pobreza. Aquí te contamos brevemente sobre cómo nace esta entidad que anualmente atiende a más de tres mil personas, que son marginadas por un sistema educativo rígido y poco tolerante con “el problemático”.
Comunicaciones Hogar de Cristo
¡Estamos de fiesta! Fundación Súmate, del Hogar de Cristo, cumple 29 años de trabajo por la continuidad educativa de niños y jóvenes en situación de pobreza y exclusión. En en la parroquia Jesús Obrero, ubicada en el Santuario del Padre Hurtado en Estación Central, se realizó una ceremonia que recordó las casi tres décadas de vida. Liliana Cortés, directora de Súmate, dijo: “Recorriendo las calles de Santiago, a fines de los años 80, un grupo de valientes y decididas personas, emprendieron un viaje. No sabían hasta dónde llegarían, pero ese viaje se convirtió luego y hasta ahora, en un lugar de luz, esperanza y pertenencia para muchos niños, niñas y jóvenes y, también, muchas personas que hoy formamos parte de esta comunidad”.
Fue en mayo de 1989 cuando surgieron los primeros los talleres pre vocacionales, que funcionaron como una escuela de oficios y nivelación de estudios para personas que nunca habían ido a una sala de clases. La sede inicial estuvo en Estación Central y luego se trasladó a La Granja, convirtiéndose en lo que hoy se conoce como colegio Betania. La iniciativa se extendió a La Pintana, Renca (hoy escuela Padre Hurtado) y, años después, a Maipú (actual colegio Padre Álvaro Lavín). El año 2010, luego del terremoto, nació en Lota la escuela “Nuevo Futuro”, cuyas instalaciones se trasladaron a Concepción, el año pasado.
“Pero ya no llegaban jóvenes y niños que no habían pisado una escuela. Por el contrario, se empezaron a conocer dolorosas historias de chicos y chicas que venían heridos, con muchos rechazos, portazos y etiquetas en el cuerpo. Convencidos que estudiar no era para ellos, con sus miradas en el suelo y corazas que aún son difíciles de derribar”, continuó relatando Liliana en la ceremonia sobre la historia de Súmate y el surgimiento de los Programas Socioeducativos, “una apuesta territorial, bien callejera”, agregó.
Súmate hoy
Actualmente hay 186.723 niños, niñas y jóvenes de 5 a 21 años que se encuentran excluidos del sistema educativo. Eso, hasta antes de la pandemia. No se sabe aún cuántos más habrán abandonado sus estudios, pero en 2020 el Ministerio habló de 40 mil más. Y si bien estas cifras son leves en comparación al Chile de hace diez o más años, aún son muchos. Además, porque no son sólo números, son nombres, son personas que ven truncado su futuro.
De este universo, Súmate acoge a más de tres mil niños y jóvenes al año en sus escuelas y aulas de reingreso y los programas socioeducativos en distintas regiones del país. El promedio de edad es de 17 años y el 54% son hombres. El 63% de quienes asisten a los programas de Súmate viven en situación de pobreza monetaria extrema, es decir, no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas en alimentación, vivienda y vestuario.
“En este viaje ha habido tormentas, días despejados con mucha luz. Cada día construimos comunidad, una entretejida, enlazada con las historias de cada niño que ha pasado por nuestra fundación. Y hay una cosa respecto de la cual tenemos la mayor convicción: cada uno esos niños que recuperó su trayectoria educativa es un tremendo aporte para nuestro país. Por eso, acompañarlos en su desarrollo, es lo más importante que nos puede pasar cada día”, concluyó Liliana Cortés.