Anne Muller, jefa de gestión del conocimiento de Unesco, viajó desde París a La Pintana. En el colegio de reingreso San Francisco conoció a profesores, apoderados y estudiantes, y quedó “sumamente conmovida con los testimonios de los jóvenes y sus madres” y llena de expectativas por el trabajo.
Por Matías Concha
“Hemos venido para conocerlos a ustedes: alumnos, madres y profesores. El desafío de esta alianza es pensar cómo construimos puentes entre la educación formal y la no formal, desde la perspectiva del aprendizaje como un derecho a lo largo de toda la vida”, declaró Anne Muller, a tres meses de firmar un convenio entre Fundación Súmate y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en el colegio San Francisco de La Pintana.
La funcionaria internacional pidió especialmente conocer una escuela de reingreso, lo que se concretó en San Francisco de Fundación Súmate del Hogar de Cristo, en La Pintana. Lo hizo para aprender y apoyar el desarrollo en habilidades y capacidades socioemocionales de los alumnos de la institución. Al encuentro asistieron madres, docentes y jóvenes del Centro de Alumnos de la escuela San Francisco, quienes compartieron sus emociones en la reunión, conversando sobre las experiencias de exclusión que habían vivido antes de vincularse con Súmate.
“Mi hija estuvo dos años sin estudiar porque en otros colegios le hacían bullying. Como ella era más lenta para escribir, los profesores la sentaban en el último puesto de la sala, algo inexplicable. Mi niña se fue apagando, no hablaba, no se reía, a veces despertaba llorado”, contó Marita del Rosario, apoderada de Jacqueline. Y agrega: “Fue tanto lo que padeció en distintos colegios que antes de cumplir los 10 años, ya sufría crisis de pánico”.
Anne destacó la importancia del acuerdo entre Unesco y Súmate, que se extiende por un año, con el propósito de construir criterios y perspectivas para fortalecer la reinserción escolar de alumnos de los colegios Súmate, ubicados en La Pintana, Maipú, Renca, La Granja, y Lota, en la región del Biobío. “Yo como madre comprendo los anhelos que tienen para sus hijos, me siento muy emocionada por la lucha que están dando por el derecho a la educación de ellos. Me impresionan sus esfuerzos, el empoderamiento de los estudiantes, especialmente las palabras de un muchacho, Jean Pierre, que me dijo: ‘Si yo no estuviera acá, creo que estaría en la calle’, eso demuestra que esta es una alternativa educativa completamente viable”, dijo la experta internacional. Sorprendida y enternecida expresó su admiración hacia el alumno, puesto que él se le había acercado diciendo: «En este colegio no hay víctimas, señorita. Estuve dos años fuera del colegio, pero ahora soy miembro del centro de alumnos, estoy en el club de bandas de la escuela y algún día voy a ser profesor de música».
Al finalizar, la representante de Unesco manifestó su satisfacción con la alianza, destacando el rol de la inclusión educativa de niños y jóvenes que no han podido seguir estudiando: “El trabajo que hace Hogar de Cristo, a través de fundación Súmate, está completamente alineado con el mandato que tenemos como institución. Creemos que todo ser humano tiene derecho a las segundas y terceras oportunidades”. En insistió en la labor que cumplen ambas instituciones para llegar a poblaciones desatendidas en el país, como son los más de 72 mil niños y jóvenes excluidos que no están ejerciendo su derecho a la educacion por su alta vulnerabilidad.