No sólo es rico degustarlos, es desafiante aprender a prepararlos y, eventualmente, hacer de ellos una actividad laboral futura. Ese es uno de los fines de esta actividad en que estudiantes de gastronomía del Instituto Santo Tomás comparten su conocimiento repostero con alumnos de la escuela de reingreso Padre Hurtado de Renca.
María Luisa Galán
Unos deliciosos “chilenitos” con sabor casero prepararon jóvenes del colegio Padre Hurtado de Súmate, del Hogar de Cristo, ubicado en Renca. En un par de horas y bajo la dirección de su profesora y futuros chefs del Instituto Santo Tomás, los estudiantes de octavo básico aprendieron lúdicamente cómo hacer estos tradicionales dulces de masa de hojarasca rellenos de manjar y rodeados de coco.
Esta actividad se enmarca dentro de convenio acordado este año con el Instituto Santo Tomás. La alianza incluye entre sus acciones que los estudiantes de gastronomía acompañarán a los jóvenes de las cinco escuelas Súmate en la preparación de diversos platillos dulces: brazos de reina y empanadas de puré, entre otros.
Claudia Pérez, directora de la escuela Padre Hurtado ubicada en Renca destacó el valor de estas actividades para los jóvenes. “La importancia radica en, desde una mirada pedagógica, entregarles una herramienta de desarrollo creativo, que los inserte socialmente y que funcione desde su querer y sentir. Ellos escogen el taller y van con agrado. Es fundamental potenciarlos en esto, en un oficio que puede ser una proyección a futuro bastante cierta”, cuenta y agrega que las mamás de los estudiantes también están realizando un taller de gastronomía organizado por la escuela, creando un espacio en común con sus hijos.
Para la jefa de carrera de gastronomía, Carolina Matus, la realización de este tipo de actividades es beneficiosa para todos los estudiantes. “Es importante traer a alumnos de la institución para que puedan ayudar a que los chicos hagan sus preparaciones bien. Esto forma parte de la integridad de los alumnos. Es bueno tanto para nuestros alumnos como para los estudiantes de acá”, señaló.
Belén Echeverría, estudiante de la Santo Tomás, dijo al terminar el taller: “Es importante y enriquecedor. Nosotros también aprendemos de ellos y es importante integrarlos, que se entusiasmen con la gastronomía”. Su compañera Natalia Quiroga añadió: “Es una buena experiencia tanto para ellos como para nosotros. Estamos empezando el mundo de la gastronomía y nos es grato enseñarle a ellos cómo trabajamos nosotros”.
Durante el año los alumnos de Súmate asistieron a una clase magistral en la Santo Tomás y para lo que queda de este 2019 aún hay talleres por realizarse. La “ruta de los dulces” continuará en los próximos días en las escuelas de Súmate en Santiago y Lota.