Miles de fotos de niños volviendo a clases colmaron las redes sociales durante los primeros días de marzo: la entrada a clases con niños expectantes, padres emocionados y profesores listos para iniciar el año académico 2018. Pero este alegre hito de la mayoría de las familias contrasta con la triste realidad de cientos de jóvenes que no volverán a clases.
De acuerdo a la CASEN 2015, cerca de 78 mil niños y jóvenes, de entre 6 y 18 años, se encuentran fuera del sistema escolar. Es por ellos, que este miércoles 14 de marzo el Hogar de Cristo a través de su fundación Súmate, se instalará en avenida Nueva Providencia, a las afueras del Metro Los Leones, para visibilizar a este grupo de niños y adolescentes que tienen vulnerado su derecho a la educación.
Durante toda la mañana habrá un rincón con maniquíes que recrea las exuberantes vitrinas de ofertas con útiles y uniformes escolares de marzo, pero donde los niños en vez de estar con sus jumpers, chaquetas y mochilas flamantes estarán lustrando zapatos, pidiendo monedas, limpiando vidrios de autos en las esquinas. Esta instalación callejera pretende que los transeúntes se detengan, miren y reflexionen sobre los diferentes mensajes que la escena ofrece.
Algunos datos de esta realidad: de los jóvenes excluidos del sistema escolar, el 69,5% se encuentra dentro de los dos primeros quintiles de pobreza por ingreso. El 87% tiene entre 14 y 18 años. El 79% de los padres de estos jóvenes no terminaron la enseñanza media. Es decir, hay una reproducción intergeneracional, un círculo de pobreza y exclusión educativa del que no se sale si es que como sociedad no actuamos.
Otro dato muy relevante es que 14 mil jóvenes se encuentran en riesgo de abandonar el colegio, ya sea por dificultades sociales o económicas, además de problemáticas escolares como baja asistencia o rendimiento.
“La educación es un derecho para todos los niños y niñas de Chile, es una responsabilidad ineludible para el Estado y una obligación para los gobiernos, mejora la vida de los niños, no sólo porque les permite acceder a mejores oportunidades, sino porque brinda las condiciones básicas para un adecuado desarrollo integral. La evidencia nos muestra que la escuela es un poderoso factor protector socio-emocional para los adolescentes que viven en situación de pobreza. Cuando el sistema educacional los expulsa, no hace más que perpetuar el riesgo de que estos jóvenes sigan en el círculo de la pobreza y los arroja a una adultez prematura”, dice Paulo Egenau, Director Social Nacional de Hogar de Cristo.
Súmate, fundación del Hogar de Cristo, trabaja por garantizar el derecho a aprender de niños y jóvenes con alto potencial de desarrollo, que viven en contextos de vulnerabilidad social, impulsando su integración y mantención en el sistema de educación formal. La institución cuenta con cuatro colegios en Santiago y uno en Lota, además de programas socioeducativos destinados a prevenir el abandono escolar y apoyar a los estudiantes.
#Involúcrate por los jóvenes excluidos del sistema educacional, acá.