Este 17 de abril, la fundación presentará su matriz de inclusión social, instrumento técnico que permite estimar la magnitud de la brecha entre la población afectada por pobreza y vulnerabilidad y la cobertura existente, tanto estatal como privada. Esto en el marco de su campaña anual de socios, cuyo lema es “Que terminar con la pobreza, te mueva tanto como educar a tus hijos”.
“Nuestra matriz de inclusión social muestra los temas país pendientes en materia de pobreza. Evidencia dónde están las personas más pobres, excluidas y que padecen los profundos daños que provoca la pobreza. La matriz discrimina por temática, región, sexo y agrega el número de población potencial para cada una ellas. También detalla cuántas de esas personas están cubiertas por algún programa de atención, ya sea gubernamental, privado, mixto o nuestro”, señala el director social nacional del Hogar de Cristo, Paulo Egenau.
Este es un valioso instrumento técnico para focalizar los programas de apoyo a los chilenos más vulnerables, y se presenta en el marco de una nueva campaña de socios de Hogar de Cristo y sus fundaciones, cuya eslogan es “Que terminar con la pobreza, te mueva tanto como educar a tus hijos” y de la que participan diversos líderes de opinión, como Tomás González y Manuel García, entre otros. La exposición detallada de esta verdadera “Radiografía de la pobreza” y de la campaña 2018, se llevará a cabo en calle Hogar de Cristo 3812, Estación Central, este martes 17 de abril, a las 10:00 am y contará con la participación y los testimonios de acogidos de nuestros programas, en particular de los orientados a niños y jóvenes.
Entre algunos de los datos reveladores que consigna podemos destacar que la población de lactantes y niños de entre 0 y 4 años, con pobreza por ingreso y multidimensional, que debería asistir a salas cuna y jardines infantiles es de 93.572 personas, pero los atendidos llegan sólo a 31.981, por lo tanto existe una brecha de 61.591 lactantes y niños de entre 0 y 4 años que no están recibiendo educación inicial, lo que representa un 66% del total. La región donde esta situación es más critica, ya que está más que probado lo crucial que resulta esta etapa educativa en el desarrollo posterior, es Los Lagos, donde la brecha alcanza a un 78% de la infancia más vulnerable. La siguen las regiones de Arica y Parinacota, y Tarapacá, con 75% y 73% de brecha, respectivamente.
De acuerdo a la matriz, los jardines y salas cuna del Hogar de Cristo atienden a nivel nacional a 7.038 niños de entre 0 a 4 años de extrema vulnerabilidad, lo que representa el 22% del total de los que reciben educación inicial. Y consiguen un 70% de asistencia promedio contra el 50% de los demás establecimientos, de la Junji y privados.
Otro dato: el número de niños y adolescentes de 6 a 17 años que no asisten a establecimiento educacional y los jóvenes de 18 años que no han terminado la educación media y no asisten a establecimiento educacional, y que presentan ambas pobreza, es de 14.142. De ellos sólo 8.136 asisten a escuelas de reingreso como las 5 de Fundación Súmate, que atienden a 1.019 alumnos en 4 comunas de Santiago y en Lota, en la región de Biobío. Así, son 6.006 niños y adolescentes los que quedan sin ningún programa que les devuelva su derecho a la educación, lo que representa una brecha de 42%.
El gap en materia de programas que prevengan que la población más vulnerable deje el sistema escolar es dramática: de los 394.650 estudiantes de alta vulnerabilidad matriculados en establecimientos educacionales, 360.805 no cuentan con ningún programa que los ayude a permanecer dentro del sistema; es decir, la brecha alcanza un 91%.
En relación al consumo problemático de drogas y alcohol el universo potencial de personas de 12 a 59 años con ambas pobrezas es de 46.586 y de ellas las que tienen algún programa que las acoja son 30.168, lo que genera una brecha de 13.418 personas sin tratamiento y representa un 31% del universo potencial que debería ser asistido.
La matriz recoge datos sobre personas en situación de calle, inclusión laboral, adultos con discapacidad mental, centros residenciales de protección, adultos mayores, a lo largo de Chile, discriminando los distintos programas sociales estatales, mixtos y privados, y constituye una herramienta clave para focalizar el trabajo de planificación social, al punto que son varios los organismos públicos y privados que han solicitado que se haga pública.